Acechan

Y es que las sombras acechan curiosas y apáticas. No son más que sombras pero no menos que nada, por eso es que he dejado de contarlas fingiendo indiferencia. Me siento a esperar que pasen, sin embargo el temblor en mis manos delatan mi intraquilidad. Nunca me van a dejar, lo tengo claro. Ya las he abrazado antes, sin embargo no es algo para hacer en lo cotidiano, no es hacer una cama o leer un li
bro, no es besar ni respirar, es agarrarte a ellas, amarlas, perdonarlas y calmarlas. No es fácil decir "Todo va a estar bien", no es fácil contener cuando nunca se ha sido contenido. Llevar el caos como estigma, como castigo, como pena de muerte. Mi felicidad se castiga y auto flagela, no se permite, tiene prohibido el paso, no se comprende. Mi vida no es triste, es ajena y lejana, es ver a otros actuando en una pantalla gigante con un guión que no aprendiste a tiempo. Mi vida me es extraña, desmesuradamente egoísta. No tengo tiempo para aburrirme pero si para lastimarme, en eso tengo vasta experiencia.
Dejaré de esperar y comenzaré a buscar aquello que no tiene nombre ni forma...