7/17/2012

Enemigo

No sé, algo sucede conmigo. Ni las decenas de libros que he leído, ni las miles de distracciones que tengo logran calmar el revoloteo interior que vengo cocinando a fuego lento durante días. Insatisfacción y no de la sexual, ni la familiar, ni siquiera la material, es ese cosquilleo que siempre siento antes de que algo muy grande ocurra, o peor aún algo grande que yo misma hago ocurrir, una de las tantas locuras que suelen poner mi vida de cabeza en menos de un segundo, pequeña al comienzo y que luego crece hasta convertirse en efecto mariposa. Siempre resulta en crear o destruir hasta que mis ojos y manos sangran cualquiera sea la opción, pero debo hacer algo antes de volverme loca con esta maldita sensación de desasosiego insolente y perturbador.
Si alguien tiene algún plan de conquistar el mundo, que me llame. Si alguien quiere ir de misión al Tibet, que me llame. De nuevo mis pies cosquillean por salir fuera a cambiar el curso de algún río o ir a conquistar un país perdido. Creo que mi capa de super heroína ha estado demasiado tiempo colgada en el ropero. Muchos viven de la adrenalina del trabajo, el deporte o el sexo, en cambio yo encuentro ese torrente de energía revitalizante cuando me meto o busco problemas que a veces ni siquiera me incumben. Un desafío, estoy falta de eso hace demasiado tiempo. Un enemigo que me enfrente inteligentemente para alcanzar alguna victoria ficticia que sólo nosotros dos conocemos. Una causa perdida, un inocente culpado injustamente, un novio al cual destrozar, un amante perdido, lo que sea, pero necesito pisar algunos orgullos para alimentar el mío y aplastar algunas cabezas para sentirme mejor.
Mi cerebro mi perdición, mi imaginación mi tortura y yo, mi peor enemigo.

0 comentarios: