11/25/2011

Fragmento II

Cuando los Eternos perdieron su último hogar a causa de guerras e invasiones interplanetarias decidieron huir a una galaxia lejana y desconocida, pero este largo viaje a ciegas costó el sacrificio de muchos de los Eternos y los más viejos decidieron enviar en una peligrosa misión sólo a dos de ellos para salvar a los que pudiesen y continuar la raza. En una pequeña cápsula dos dormidos adolescentes elegidos con sumo cuidado y conciencia fueron enviados al primer planeta habitable que encontrasen, la cápsula con piloto automático tenía esa sola y única misión, encontrar aquel planeta milagroso, si aquella misión era infructuosa el futuro de aquellos dos niños era el de morir irremediablemente en el espacio por la falta de oxígeno y con ellos toda la esperanza de que los Eternos continuasen con la especie, ya que sin tierra, ni agua, ni aire era poco lo que se podía hacer por la supervivencia, las naves no estaban capacitadas para servir de planeta viajero. Podían ser privilegiados de vida eterna pero no eran inmortales y eran tan pacíficos que jamás contaron con una buena base militar que los protegiese de las demás especies depredadoras, preferían morir que derramar la sangre de otro ser vivo por más enemigo que fuesen, esto podía ser una tontería, una gran, estúpida e irrazonable manera de pensar, pero basado en aquella gran utopía los Eternos llegaron a ser quienes eran. Seres llenos de bondad, con una espiritualidad inimaginable, seres luminosos, sabios y con grandes poderes mentales. No todos los de la raza nacían con la cualidad única de ser absolutamente eternos, ya que en sus inicios, muchos de ellos mezclaron su sangre con una raza ya extinta, los humanos, a los cuales conocieron eones atrás en un pasado muy primitivo. La Tierra había sido un buen lugar para vivir durante un tiempo, hasta que el humano enloqueció y comenzó a auto destruirse por avaricia, guerra de poderes, dinero y todos los pecados capitales en uno. Fue ahí que los eternos, sus hijos semi humanos y sus esposos o mujeres humanas, decidieron abandonar la Tierra para comenzar así su vagancia por las galaxias del universo, convirtiéndose en un pueblo nómada y aprendiendo así también nunca más mezclarse con otras razas y que la codicia sólo traía guerra y sangre inocente derramada.

La cápsula cayó en un mar desconocido a unos minutos de acabarse el oxígeno y se abrió como cuando una flor marchita renace al tocar tierra firme.
La alarma sonó como un canto angelical en las pocas naves de Eternos, o semi-eternos, que quedaban pululando por el espacio con las familias más jóvenes, quienes recibieron las coordenadas y fijaron rumbo hasta el lugar donde la cápsula había arribado.

 Una enorme y extensa playa paradisíaca recibió a estos dos adolescentes apenas abrieron sus ojos. La misión había sido un éxito y ahora todo dependía de ellos, lo que los viejos Eternos es jamás imaginaron que el plan tal vez no terminase como ellos lo habían planeado.

0 comentarios: