Uno muy largo por cierto, el cual se anda a oscuras sin armaduras ni orgullo.
La luz la lleva quien elegiste para este largo viaje que si bien es un viaje de a dos, muchas veces se necesita andar solo y a ciegas.
Para amar hay que derramar agua, sangre y delirios.
Para amar hay que sufrir lo insufrible y si realmente vale la pena, la luz volverá a iluminar tu sendero hasta el final de tu odisea.
Y si nunca llega el sol, entonces detente, escucha, piensa y comprende.
Espera las horas y los siglos a que vuelva la señal indicada en otros ojos y en otros brazos.
El amor es egoísta y caprichoso, es dadivoso y amable, el amor es traicionero, tonto y dulce como el veneno, saberlo manejar es aprender a jugar con fuego, por favor no juegues si no te sabes las reglas o tus expectativas son sólo una ilusión.
El amor no es un sueño, es más bien darse de bruces contra el suelo.
El amor no es rosa, es más bien del color del lodo pisoteado, llorado y escupido.
El amor es una tortura, con matices sadomasoquistas y con al menos un kilo de ironías.
El amor es contradicción y a la vez es más claro que el agua.
El amor no se explica, se verborrea con lindas palabras que luego se las lleva el viento y la memoria guarda con recelo como armas potenciales.
Nadie sabe amar, pero hacemos nuestro mejor intento. hay quienes viven con un amor marchito toda su vida, por costumbre, por miedo, porque el amor es para los cobardes y derrotados como también para los más legendarios héroes. Ese maldito y perverso amor, tan deseable, tan ilusorio.
Te amo, aunque ni yo lo entienda.
Te odio, porque soy humana.
No esperes nada de mi y yo te lo daré todo.
Ama mi peor lado, porque difícil que pueda alcanzar la imagen elevada angelical que tienes de mí en tus sueños.
Escúchame pero no me hagas caso, pero es preferible que termines haciendo lo que te digo. ¿Loco no?
Y es que ya te dije que el amor es una locura basta e inexplicable, así que dejemos las palabras para los poetas tontos e ingenuos y sólo continuemos con este juego hasta que nos aburramos.
Para siempre.
Nadie sabe amar, pero hacemos nuestro mejor intento. hay quienes viven con un amor marchito toda su vida, por costumbre, por miedo, porque el amor es para los cobardes y derrotados como también para los más legendarios héroes. Ese maldito y perverso amor, tan deseable, tan ilusorio.
Te amo, aunque ni yo lo entienda.
Te odio, porque soy humana.
No esperes nada de mi y yo te lo daré todo.
Ama mi peor lado, porque difícil que pueda alcanzar la imagen elevada angelical que tienes de mí en tus sueños.
Escúchame pero no me hagas caso, pero es preferible que termines haciendo lo que te digo. ¿Loco no?
Y es que ya te dije que el amor es una locura basta e inexplicable, así que dejemos las palabras para los poetas tontos e ingenuos y sólo continuemos con este juego hasta que nos aburramos.
Para siempre.
1 comentarios:
Qué buenísima divagación sobre el amor, qué certera y poética a la vez. Qué verdades tan grandes se esconden en tu cabeza!!
Publicar un comentario