3/18/2012

La verdad de la mentira

Primera vez que veo una entrevista a Mario Vargas Llosa en tv, no la vi completa porque mi retoño me quitó el puesto para jugar Wii, pero lo que pude ver y oír fue más que suficiente para que mis neuronas aletargadas comenzasen a sacar chispas de excitación.

No tengo estudio alguno de literatura, de hecho no tengo estudio alguno más que el colegio y fue raro poder entender de corazón lo que un escritor consagrado hablaba sobre el arte de escribir. Cómo alguien con mucha más trayectoria que yo, más cabeza y más experiencia pudiera explicar de manera tan simple como un autor trabaja una obra en su interior y que milagrosamente es como yo también lo vivo ¡Yo! una ignorante por completo de la vida y de las letras poder ponerme a la altura humana de aquel personaje que está a mil años luz de mi existencia suburbana.

Y es que todo comienza con una simple idea, una palabra, un retazo subconsciente, un recuerdo, una metáfora de la realidad y surge como una pequeña luz en tu interior que de a poco va creciendo y la masticas horas, días y meses, la ves crecer, cambiar de forma y de color y nuevamente poco a poco se van armando párrafos y finalmente páginas completas de una historia. Y para no perder el hilo vas tomando notas aquí y alla y de pronto sin darte cuenta estás en un café, el dentista o la peluquería y sientes la necesidad enorme de encontrar un lápiz y un papel para anotar lo que se te vino a la cabeza de la nada y que generalmente son los mejores conductores de tu historia, de tu mentira verdadera....

Una historia que es irreal, una vil mentira inventada para satisfacer tu curiosidad y tus ganas demenciales de leer algo que no has leído y lo más curioso que cuando más te internas en aquel invento, cuanto más mientes descaradamente te la vas creyendo y termina siendo una verdad, tú verdad y esperas que alguien más sabiendo que es una completa ficción, cuando te lea, se la crea.
Comprendo que cada profesión u oficio tenga su técnica, de la cual estoy absolutamente falta, pero siento que mi instinto autodidacta es lo suficientemente fuerte como para crear en base a la ignorancia...será porque sé mentir muy bien.

Y es sobre esto que he llegado a cuestionarme mi calidad de crítica, cuando en este punto de mi vida he aprendido a creer en las fantasías de otros poniéndome en sus pellejos de autores. He leído los que ellos han querido leer, he sentido lo que ellos han querido transmitir en cada una de sus letras. Es algo profundo y a la vez tan instintivo, que me siento como un camaleón cada vez que tomo un libro y comienzo a leer mimetizándome en cada una de esas ficciones...sin esperar nada. Es así como dejo que el libre albedrío se desenvuelva solo, me cautive y me emocione. Es así como logro sorprenderme y disfruto de todo como venga, porque en esa verdad mentirosa es así como debe ser.
Pero me ha resultado difícil hacer comprender mi ignorancia voluntaria, es raro explicar que no esperabas nada más porque así era esa realidad. Y no es que no tenga mi propia opinión, no es que todo lo encuentre perfecto, pero al tener mi propia experiencia de autor, de cuentista, de narradora de verdades irreales tiendo a ser mucho más empática y hasta condescendiente con lo que leo y con quien lo escribe.

He logrado afinar mis sentidos para saber que esperar de lo que cae en mis manos en forma de libro, lo cual me parece gracioso porque en ellos sé amoldar mi vida mucho más fácil que con la misma humanidad donde siempre espero lo que no es o lo que no se puede.

Sé que tengo el instinto y el talento natural. El conocimiento se aprende pero mi rebeldía nata me impulsa a no buscarlo de manera académica...de vez en cuando siento que si supiera todo aquello mi vida dejaría de tener la gracia que tiene ahora en mi bruta ignorancia. Prefiero que el conocimiento me sorprenda, manifestándose de maneras absurdas y divertidas, porque de una u otra forma por más que huyo, termina encontrándome.

2 comentarios:

ormari dijo...

Gracias por compartir parte de tu experiencia vital, como siempre, amiga. Aunque nunca he tenido ese deseo innato de escribir, sí amo leer lo que otros escriben, así que tus palabras me ayudan a entender mejor ese don tan profundo y maravilloso.
Un abrazo ;)

marisan dijo...

Recién ahora lo leo!!X qué no me di cuenta de lo que habías escrito?? Y es fascinante, como siempre, cuando te leo siento que me envuelvo en tus palabras y su musicalidad como si de un manto de belleza se tratasen... qué genio, qué maravilla...